Publicado: diciembre 24, 2024
Un operativo realizado por las autoridades brasileñas expuso un caso alarmante de explotación laboral en las obras de construcción de una fábrica de la automotriz china BYD, en el municipio de Camaçari, estado de Bahía. Durante una inspección que se llevó a cabo desde noviembre, se rescataron a 163 operarios chinos que trabajaban en condiciones análogas a la esclavitud.
El Ministerio Público del Trabajo (MPT) en Bahía detalló que los trabajadores, empleados por el Grupo Jinjiang, una empresa contratada por BYD, vivían y laboraban en un entorno que calificaron como “degradante” y “precario”. Además, se descubrió que el 60% de sus salarios era retenido por la empresa, junto con sus pasaportes.
Condiciones deplorables en los alojamientos y lugar de trabajo
Los inspectores informaron que los operarios dormían en camas sin colchón y sin espacio adecuado para guardar sus pertenencias. La situación sanitaria era crítica: había un baño por cada 31 trabajadores y las instalaciones de las cocinas eran insalubres, con alimentos almacenados cerca de los baños.
En el lugar de la construcción, las condiciones eran igualmente alarmantes. Con solo ocho baños químicos para 600 personas, los trabajadores sufrían la exposición constante al sol y mostraban signos visibles de daño en la piel. La falta de agua potable tratada y la ausencia de medidas de seguridad incrementaron los riesgos, derivando en varios accidentes laborales.
Explotación económica y coerción
El MPT calificó las condiciones como “trabajo forzado” debido a la retención de parte de los salarios y los castigos extremos impuestos si los empleados intentaban rescindir sus contratos. Además de perder el 40% de su sueldo retenido, los trabajadores tenían que pagar de su bolsillo los boletos de regreso a China, incluyendo el costo del pasaje inicial hacia Brasil.
Acciones inmediatas y consecuencias legales
Las autoridades decidieron embargar los alojamientos y las obras de construcción hasta que las condiciones sean regularizadas. Algunos de los trabajadores rescatados permanecen en los alojamientos bajo supervisión, mientras que otros fueron trasladados a un hotel. Ninguno podrá regresar a trabajar y sus contratos serán rescindidos.
El próximo jueves 26 de diciembre, el MPT y el Ministerio de Trabajo llevarán a cabo una audiencia virtual con representantes de BYD y Jinjiang para discutir las medidas que garantizarán las condiciones laborales mínimas en futuros proyectos.
Implicaciones para las empresas responsables
Este caso pone en tela de juicio las prácticas laborales de las empresas implicadas, especialmente en un momento en que BYD se posiciona como uno de los principales fabricantes de vehículos eléctricos en el mundo. Tanto la automotriz como el Grupo Jinjiang enfrentan el escrutinio de las autoridades brasileñas y de la comunidad internacional por este episodio de explotación laboral en pleno siglo XXI.
Las medidas que se tomen en esta investigación podrían sentar un precedente para evitar que casos similares ocurran en el futuro, especialmente en proyectos internacionales que involucren a grandes corporaciones.